Sensible, expresiva y temperamental, así es Judith, la nueva propietaria del ático A, una psicóloga de indudable atractivo que arrancará los suspiros de los vecinos y las críticas de las vecinas en la urbanización Mirador de Montepinar. Judith es una joven con éxito profesional, buena posición económica y una intensa vida social que quiere descubrirse a sí misma y encontrar sus verdaderas motivaciones tras varios fracasos sentimentales. Su mayor ilusión es encontrar al hombre de su vida, pero no tiene ni idea de cómo es. Le atrae lo desconocido e inaccesible y su lema es que no sabe si el amor existe o no, pero si existe hay que buscar mucho y es divertido probar. Es una buena anfitriona, le encanta organizar reuniones sociales y ha convertido su casa en un verdadero centro de reunión para sus amigas. Tras una pequeña disputa con sus amigas porque casi se insemina a traición un hijo de Coque, se hace buena amiga de Estela, de quien se va alejando cuanto más la conoce, ya que para que no volviera con su ex, César, le dio un sartenazo a éste y lo ató a una cama.
Motes: "La comecocos", "La fresca del ático", "El demonio pelirrojo".
Antes vivían Sergio, Joaquín y Eric. Sergio es el típico soltero que en lugar de estar desesperado, goza de una vida libre, promiscua y, en muchos casos, metrosexual, un hombre de éxito gracias al papel de galán que interpretaba en la telenovela del momento. La otra faceta, más tradicional, de la soltería la vivía su hermano Joaquín, un joven inseguro, obsesivo y en paro a pesar de haber estudiado una carrera universitaria y un máster. Con estos dos hermanos, también vivía Eric, un joven, amigo de Joaquín, y trabajador de la constructora. Joaquín fue mandado por Sergio a casa de su madre tras provocar un robo en su casa e intentar arreglándolo traficando droga, Sergio se fue a vivir a México tras este hecho y Eric se fue tras la marcha de ellos dos.
Motes de Sergio: "Penetrator", "El Copulador del Ático".
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